Tengo que confesar una pequeña manía: cuando veo a alguien leyendo un libro me entra la necesidad imperiosa de conocer el título. Muchas veces me pregunto qué encierra este hábito ¿simple curiosidad o pueril competencia? Lo desconozco, mis cavilaciones se limitan a investigar la lectura. Por supuesto, esta manía conduce a esforzarme según lo requiera la situación. Por ejemplo, emular una bailarina de puntillas si mi lector/a se encuentra de pie y supera mi poco destacable altura, realizar giros de cuello imposibles, disimulando como quién no quiere la cosa que estás “robando” parte del texto al que tienes sentado/a cerca de ti, o correr el riesgo de que confundan tu mirada insistente…
En este caso la Biblioteca la Bòbila de l’Hospitalet ofrece sin riesgo para mis cervicales la oportunidad de conocer las veinticinco novelas negras más prestadas del pasado año. Por supuesto, nos referimos a novelas negras.
Como me consta que esta manía no me persigue sólo a mí, a continuación ofrecemos la lista.
Ley garrote de Joaquín Guerrero Casasola
En este caso la Biblioteca la Bòbila de l’Hospitalet ofrece sin riesgo para mis cervicales la oportunidad de conocer las veinticinco novelas negras más prestadas del pasado año. Por supuesto, nos referimos a novelas negras.
Como me consta que esta manía no me persigue sólo a mí, a continuación ofrecemos la lista.
Ley garrote de Joaquín Guerrero Casasola
La Neblina del ayer de Leonardo Padura
Muerte de una heroína roja de Qiu Xiaolong
Hollywood station de Joseph Wambaugh
El Hada Carabina de Daniel Pennac
El Retorno del profesor de baile de Henning Mankell
El Perro de terracota de Andrea Camilleri
La Verdad del Caimán de Massimo Carlotto
Veneno de cristal de Donna Leon
Luz perdida de Michael Connelly
Antes de que hiele de Henning Mankell
La Pirámide de Henning Mankell
Piel de policía de Andreu Martín y Carles Quílez
La Canción de los misioneros de John le Carré
El Señor del caos de Jonathan Rabb
Castigo de Anne Holt
El Eco negro de Michael Connelly
Los Crímenes del lago de las tristezas de Erin M. Hart
La Escultora de Minette Walters
El Mono de piedra de Jeffery Deaver
Música para los muertos de Luis Gutiérrez Maluenda
Justicia salvaje de Phillip Margolin
El Hombre sonriente de Henning Mankell
El Último coyote de Michael Connelly
Los Anarquistas de Long Spoon Lane de Anne Perry
3 comentarios:
He hecho contorsionismo vario para saber qué libro lleva la persona que me acompaña en el metro o similares. No puedo evitarlo, no sé si es competencia u otra cosa, pero no puedo con ello. Necesito saber qué lee la gente.
Nunca he buscado como tú en una biblioteca porque no tengo un género propio como tú, pero si lo tuviera lo haría...sin duda.
Un abrazo, me apunto algunos títulos a ver qué tal.
Mania, no. Eso lo hago yo y es el raking verdadero del mundo de los libros. La gente que los forra, con papel de periódico, con celofán.
Actualmente, en el ranking metro el número uno es: Un mundo sin fín del Ken Follet, menudo tochazo para llevar encima. Y de novela de nuestro género, siempre veo a Mankell y Leon.
Yo, ahora de compañero llevo a Rodolfo Walsh y sus cuentos para tahures.
Un beso,
José Andrés
Saludos.
Desde Negra y Criminal he llegado a tu blog. Leyendo esta entrada descubro algunos de mis autores favoritos. Últimamente me dedico a Michael Connelly con fervor. Si te apetece, pégale un vistazo a mi blog y a mi sitio sobre Harry Bosch.
Ah, me parece que yo también sufro bulimia quimérica.
http://alazorza.blogspot.com/
http://woodrowwilsondrive.es/index.htm
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