lunes, 27 de julio de 2009

Club de lectura El Recreo

Guerra y paz de Leon Tolstoi

Llama poderosamente la atención cómo la industria del márketing ha logrado que los/as lectores/as relacionáramos verano con lecturas distendidas y poco profundas. Curiosamente a este grupo de lecturas se tiende a incorporar los libros pertenecientes al género negro. Como boton de muestra podemos ver el relanzamiento de ciertas colecciones que las editoriales aprovechan a hacer. Sin embargo, es probable que el verano sea el momento que más espacio y tranquilidad nos brinda del año para incursionar en la lectura, sí, pero en cualquier tipo de lectura. Desde aquí queremos invitarte a participar en el club de lectura virtual que se inicará el 14 de septiembre, donde se comentará de la obra "Guerra y Paz" de Leon Tolstoi.


Porque el verano bien merece un novelón y porque la buena literatura trasciende el márketing o el índices de ventas, contamos contigo para que participes en el Recreo.com

Tapioles 22



Recibimos un correo de la librería "Negra y Criminal" que nos llena de alegría y del que queremos hacernos eco. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, en nombre de la ciudad y a iniciativa de diversas organizaciones cívicas, homenajearon con una placa en la calle Tapioles, número 22, al escritor Francisco González Ledesma.
La placa homenajea al autor de novela negra cuyo protagonista, el inspector Mendez ha recorrido a través de sus historias las calles de esta ciudad tan literaria.
A partir de ahora Tapioles se convierte en un punto de referencia.

Foto: Negra y criminal.

jueves, 23 de julio de 2009

El susurro de la mujer ballena de Alonso Cueto

Premio finalista Planeta-Casamérica de narrativa iberoamericana 2007

A principios de año, leía en Internet que la actriz británica Kate Winslet mostraba su indignación por los comentarios que recibió la publicación de sus fotos en la revista de modas Vogue. La intérprete, en su mejor momento profesional por sus interpretaciones en las películas “El lector” y “Revolucionary Road”, era portada del número de enero y un amplio reportaje fotográfico la mostraba tan espectacular que las envidias desataron ríos de tintas sobre posibles trucajes photoshoperos. Sobra decir que yo misma tuve que mirar dos y hasta tres veces la foto para identificar en esta nueva imagen rubia y estilizada la que fue en su momento una joven pelirroja y voluptuosa. Nada que ver. Sobra decir que la actriz señaló que el cambio de apariencia respondía a un esfuerzo personal a través de deporte, dietas y variados cuidados. Desconocemos si la cirugía tuvo algo que ver aunque tampoco nos interesa. En realidad lo que llamó mi atención fue el despliegue generado detrás de la imagen re-construida y el impacto provocado. Y te preguntarás ¿qué relación tiene esta noticia con el libro que pretendo comentar? Pues precisamente que esta anécdota me ofrecía la oportunidad para entrar hablar de “El susurro de la mujer ballena”, una novela a la que le tenía ganas y que hace cierto tiempo quería comentar.

Debo señalar que el tropiezo con esta historia tuvo por origen un error. La red mental juega a los despistes, reteniendo ciertos vocablos y desechando otros. En este caso la palabra cautiva fue ballena. Y el error se produjo –después pude darme cuenta de ello- porque creía que este libro se correspondía a la película “La puta y la ballena”. A pesar de la gran distancia entre ambas historias, un punto las unía: dos mujeres, dos historias, dos miradas.

La novela de Cueto nos presenta dos mujeres; Verónica, periodista de cierto prestigio que a priori tiene todo para ser feliz: inteligencia, prestigio, dinero, influencia, familia, amante. Su existencia transcurre sin sobresaltos, surcando las olas de un devenir sin tropiezos… hasta que un día, de regreso a Lima en el avión se reencuentra con una antigua amiga del colegio, Rebeca. “Rebeca, Revaca, tan grande y gorda como una vaca”. Una mujer obesa, monstruosa, “en ese mar de carne en el que se había resignado a navegar”, acomplejada y compleja. Rebeca su amiga secreta, porque los niños también guardan secretos. “Yo le tenía compasión a Rebeca. Y la odiaba. Y la quería. Y le tenía miedo. Y la extrañaba. Siempre le había tenido un cariño secreto” (p.174).

Rebeca, de una extrema sensibilidad, atrapada en un cuerpo grande provocador de miradas, burlas e insultos. “Los insultos también deben tener su horario. Si se acaba el colegio, se acaban los insultos…” (p.32). Una niña infeliz, acostumbrada a soportar las humillaciones que su apariencia genera en los niños y niñas de la escuela, porque estos llegan a un grado superlativo de crueldad ante las diferencias.

Curiosamente, entre Verónica y Rebeca nace una amistad, una relación secreta, atrincherada entre las horas robadas del colegio. “Ahora pienso que ella era como mi amante secreta. Yo estaba casada con mis amigas del colegio que no debían enterarse de mis relaciones con ella. Rebeca lo sabía y lo aceptaba a cambio de vernos” (p.162).

Un incidente ocurrido en el último año de escuela provoca el distanciamiento entre ambas, hasta su reencuentro en el avión. A partir de este momento, Verónica tropezará sistemáticamente con Rebeca. Una figura en la sombra, agazapada, vigilante e inquietante. El rencor y la rabia se hacen patentes y Verónica tiene miedo.

Interesante visión crítica de la belleza y su beneficio en una sociedad donde la cultura le dedica un templo para esclavizarnos con la penitencia “del ejercicio, y la comunión de la dieta, y los templos de los gimnasios, y los milagros de la cirugía plástica, y así vas a ser, así vas a verte” (p.201). Pero su contrapunto, la fealdad, resulta mucho más fascinante en su propia monstruosidad, provocando un dolor tan grande que amenaza con arrancar la propia vida.

Cueto crea dos personajes, Verónica la bella y Rebeca la fea, pero en realidad ambas componen una metáfora de la mujer. Ambas esclavas de su apariencia y ambas infelices. Dos mitades separadas.

Tal vez el autor no lograra crear la feminidad que los personajes requerían o tal vez pretendiera ese punto de distancia y frialdad. La ausencia de acción se subsana con la descripción psicológica de las protagonistas, con la complejidad de las relaciones y la fragilidad humana.

“El susurro de la mujer ballena” es una interesante incursión en el dolor por el amor no correspondido, por la necesidad de aceptación y complacer a los demás. Una historia de venganza y víctimas, donde la belleza marca la frontera de lo aceptable. Si no que se lo pregunten a Winslet.

Destacar la portada por la pintura "Nude on a Divan" de Camilla Bombois, una pequeña joya.

Convocatoria IV Premio Internacional Novela Negra

IV Premio Internacional de Novela Negra
Ciudad de Carmona convocado por la editorial Almuzara

El Ayuntamiento de Carmona y la editorial Almuzara han convocado el IV Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona, con el mutuo interés de estimular la creación literaria dentro del género negro y fomentar su lectura.

El premio está dotado con un importe de 6.000 euros, al que pueden acceder autores de cualquier nacionalidad siempre que sean novelas inéditas escritas en lengua española, que no hayan sido premiadas anteriormente en otro concurso y que no tengan comprometidos sus derechos con otras editoriales.

El plazo de admisión de ejemplares comenzó el pasado día 20 de julio de 2009 y finalizará el 15 de octubre del mismo año.

En anteriores ediciones el premio ha recaído en Antonio Lozano con su obra El caso Sankara (2006), el argentino Guillermo Orsi con su novela Nadie ama a un policía (2007) y el cubano Amir Valle con Largas noches con Flavia (2008), han sido los tres últimos ganadores.
La obra ganadora pasará a formar parte de la colección “Tapa Negra” de la editorial Almuzara.

El fallo del jurado se emitirá el próximo mes de diciembre de 2009 y se hará público el 19 de marzo de 2010, fecha en la que se celebrará una gala en la ciudad de Carmona para dar a conocer la obra elegida, con la asistencia del ganador y de la prensa especializada. Las bases del concurso podrán consultarse en la página web de la editorial.

martes, 21 de julio de 2009

Las 25 novelas más prestadas

Desde la biblioteca de La bòbila en el Hospitalet nos informan de las novelas más prestadas en lo que lleva de 2009. No es extraño que estas pertenezcan al género negro... por algo esta biblioteca fue la primera en especializarse en literatura de género en el territorio nacional desde su inauguración.


Desde aquí queremos destacar la labor de Jordi Canal, su director, que tanto hace por promover la lectura del mal llamado "género menor". A continuación un pequeño listado de las novelas que han atrapado a los/as aficionados/as, síntoma del buen momento por el que está atravesando el género en este momento. Y que siga siendo así!





Julián Ibáñez. El baile ha terminado (Roca)
Willy Uribe. Sé que mi padre decía (El Andén)
Phlip Kerr. Violetas de marzo (RBA)
Marc Behm. La mirada del observador (RBA)
Eugenio Fuentes. Cuerpo a cuerpo (Tusquets)
Stieg Larsson. Els homes que no estimàven les dones (Columna)
John Grisham. La apelación (Ed. B)
Stieg Larsson. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino)
Donna Leon. La chica de sus sueños (Seix Barral)
Stieg Larsson. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino)
Philip Margolin. Lost Lake (Ed. B)
Michael Connelly. El observatorio (Roca)
Michael Connelly. El inocente (Ed. B)
Maj Sjöwall, Per Wahlöö. El hombre que se esfumó (RBA)
Fernando Gómez. El misterio de la calle Poniente (Huerga & Fierro)
Pedro de Paz. El documento Saldaña (Planeta)
Andrea Camilleri. La muerte de Amalia Sacerdote (RBA)
W.R. Burnett. La jungla de asfalto (RBA)
Henning Mankell. Asesinos sin rostro (Tusquets)
Henning Mankell. El hombre sonriente (Tusquets)
Marc Behm. No pretendas saber más (Thassàlia)
Henning Mankell. El retorno profesor de baile (Tusquets)
Craig Russell. Cuento de muerte (Roca)
Agatha Christie. Pasajero de Fráncfort (Molino)
Francisco González Ledesma. Una novela de barrio (RBA)