lunes, 24 de diciembre de 2007

III Premio Internacional Novela Negra Ciudad de Carmona



La editorial Almuzara convoca la tercera edición del Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. El galardón consiste en un premio en metálico de 12.000 euros y en la publicación de la obra ganadora. Al mismo pueden optar autor@s de cualquier nacionalidad mediante una novela inédita escrita en lengua española, que no haya sido premiada con anterioridad y cuyos derechos editoriales no estén comprometidos. El plazo de admisión de ejemplares comenzará a partir del día 15 de diciembre de 2007 y finalizará el 29 de febrero del año 2008.


El I Premio fue otorgado a El caso Sankara de Antonio Lozano y el II Premio correspondió a Guillermo Orsi con Nadie ama a un policía.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Dossier de prensa de Francisco González Ledesma


Queremos felicitar a la Biblioteca la Bòbila por su buen hacer de la mano de su director, Jordi Canal por la iniciativa de poner en marcha un blog dedicado a Francisco González Ledesma,
consultable en Internet en formato blog a partir del 2 de enero.


Con esta iniciativa, la Bòbila no solo brinda un homenaje al gran autor de novela negra y popular, sino que abre un espacio de consulta que sin duda facilitará la tarea a l@s amantes del género negro que quieran estudiar la obra de González Ledesma.

martes, 11 de diciembre de 2007

Entre dos aguas de Rosa Ribas


Siempre le doy importancia a los detalles. Creo firmemente que la diferencia radica en esas pequeñas cuestiones que pueden pasar desapercibidas, pero cuya ausencia siempre se echa de menos, como las sonrisas. Y la novela de Rosa está llena de pequeños detalles que hacen de ella una novela que apetece recomendar.

Empecemos por el título. Entre dos aguas no es un mero título. Es un aviso que desvela sutilmente que los acontecimientos enfrentan a la dualidad; a la encrucijada de tener que decidir, de tener que tomar partido, muchas veces sin quererlo.

La comisaria Cornelia Weber-Tejedor no es ajena a esta dualidad. La combinación del apellido nos indica los orígenes de esta mujer, de padre alemán y madre española, concretamente gallega, que la hacen debatirse en conflictos con sus raíces latinas.

No nos ceñiríamos a toda la verdad si no admitiéramos que nos alegra enormemente dar entrada en el género a una mujer policía con cargo, que además tiene bajo su mando a dos hombres, Fisher, el más veterano y Müller, el más joven incorporado.

“Después de las presentaciones les dirigió una mirada que Cornelia ya conocía: estaba reajustando las jerarquías. Contra sus expectativas iniciales, la mujer no muy alta, seguramente de su misma edad, rubia y con la nariz ligeramente torcida, era la jefa. El cincuentón con cuerpo de boxeador maduro, el pelo grisáceo, corto, peinado en pinchos y unas cejas todavía oscuras y pobladísimas, era el segundo. A partir de ese momento, el hombre del traje gris se dirigía siempre a la comisaria en primer lugar” (p.11-12).

Es probable que los más avispados comparen a Cornelia con Petra Delicado o con Anastasia Kaménskaya, pero eso sería quedarse tan solo con lo más obvio. La comisaria Weber-Tejedor nos gusta, no sólo por su condición de mujer, sino precisamente por huir de ciertos estereotipos tan manidos en la novela negra actual. Cornelia es mujer y se maneja como mujer entre sus compañeros, sin necesidad de ser una superwoman en su lucha contra los malos o perder toda su feminidad en el intento.

La novela de Rosa Ribas se desarrolla en la ciudad de Frankfurt, con la aparición de el “maño de Lugo” ahogado en el Meno. La muerte conducirá a la comisaria a investigar en la comunidad gallega residente en Frankfurt, una cuestión muy próxima para Cornelia y que Rosa desarrolla con habilidad. Porque la inmigración dice mucho del talante del país en el que se reside y del trato real que se dispensa.

Resulta evidente también el cuidado detalle en la construcción de pequeños universos para cada uno de sus personajes, permitiéndonos como buenos voyeuristas indagar en esas vidas ajenas

Quién haya leído la novela espero que se haya fijado en los títulos de cada capítulo. No son meros encabezados, sino pequeños guiños simpáticos que encadenan cada ladrillo, con una estructura muy bien calculada. Porque nos consta que Rosa reflexiona mucho el andamiaje.

No podemos olvidar la portada –en la versión castellana- nos muestra una excelente combinación de negros, grises y amarillos, tan fieles a la tradición polar.

Un libro cuidado, en su más mínimo detalle.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Blues y Novela Negra



Blues & Boogie 2007




Es bien sabido que al igual que toda película tiene su banda sonora, todo género literario tiene su propia música. Creo que, puedo afirmar sin temor a equivocarme que ciertas películas no tendrían el mismo espacio entre nuestros recuerdos si la música que las acompaña hubiese sido otra. Pero como el tema que nos ocupa va de novela negra no queríamos dejar pasar la oportunidad de señalar que el próximo miércoles 12 de diciembre a las 19:00 horas está prevista la charla sobre los rastros del blues en la novela negra a cargo de Manuel López Poy de la Sociedad de Blues de Barcelona en la biblioteca La Bòbila de L'Hospitalet. Se preve música en directo.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Novela de ajedrez de Stefan Zweig



De Zweig me gusta hasta su impronunciable apellido: corto, contundente y sonoro. Zweig siempre resulta una apuesta segura y no sólo por ser uno de los escritores austríacos más importantes del pasado siglo XX, sino por profundizar con maestría en los demonios personales que angustian a sus protagonistas. Algo de ello debía de conocer este hombre que acabó suicidándose 1942 en Río de Janeiro.

La novela transcurre en un viaje en barco de Nueva York a Buenos Aires. Mirko Czentovicz, actual campeón del mundo de ajedrez, se encuentra entre los pasajeros. Si habitualmente se tiende a pensar que los buenos jugadores de ajedrez tienen una inteligencia destacable, no es el caso de Czantovicz cuya incapacidad de jugar “a ciegas”, es decir, de proyectarse el tablero le hacían objeto de burlas y comentarios por su falta de imaginación.

A bordo del barco se encuentra McConnor, un self-made-man poco consciente de su falta de maestría en el juego que reta al campeón a una partida previo pago por sus servicios. Como es de esperar, Mirko gana la primera partida jugada simultáneamente contra McConnor y su grupo. Pero a la segunda partida, una persona del público comienza a sugerir jugadas que lleva a tablas el resultado final. El señor B como conoceremos a este anónimo espectador será invitado a jugar una partida contra el campeón.

El señor B es un noble vienés que huye de los nazis. Su historia nos será desvelada por uno de los pasajeros del barco. En ella relatará sus angustiosos meses de encierro en una casa, privado de todo estímulo intelectual, con plena conciencia del transcurrir del tiempo y sin nada que hacer. Un inevitable paseo por los infiernos cuyo encuentro final es su propia locura. Una forma de tortura sutil, que desnutre la mente cual ávido gusano.

No nos hacían nada, se limitaban a situarnos en el vacío más absoluto, y es bien sabido que nada en el mundo puede oprimir tanto el corazón del hombre como la nada. (…) Ni la vista ni el oído ni ningún otro sentido recibían, ni de noche ni de día, estímulo alguno: me hallaba solo con mi cuerpo y cuatro o cinco objetivos mudos: la mesa, la cama, la ventana, el aguamanil…. Desesperadamente solo. Vivía como un buzo bajo la campana de cristal en el negro océano de aquel silencio; un buzo que presiente que se ha roto ya la cuerda que le unía al mundo exterior y que nunca más será rescatado de aquellas calladas profundidades” (p.47-48)

La mente inicia juegos obsesivos: recitar textos, recordar canciones, hacer cálculos,… cualquier cosa con tal de tener estar ocupada. En uno de sus interrogatorios, el señor B tiene ocasión de robar un libro: un salvavidas en el universo estéril en el que se haya inmerso. Pero las hojas no contienen ninguna historia con la que evadirse de su prisión, sino un repertorio de ciento cincuenta partidas de ajedrez. El señor B comenzará a jugar concentrando su energía y pensamiento en replicar las partidas, a tal punto que memorizadas todas las jugadas, solo le quedará la opción de jugar contra sí mismo.

(…) el único encanto del ajedrez reside precisamente en el despliegue diferente de una estrategia en dos cerebros, en el hecho de que no sepan las negras cuál será la maniobra correspondiente de las blancas en esta guerra del intelecto (…) Si una misma persona juega con las blancas y con las negras, se produce entonces una situación incongruente, en donde un mismo cerebra ha de saber y al mismo tiempo no saber (…) Un doble pensamiento como éste presupone en realidad una escisión absoluta de la conciencia, una capacidad de enfocar y desenfocar el cerebro como si fuese un aparato mecánico: querer jugar contra uno mismo representa, en definitiva, una paradoja tan grande en ajedrez como querer saltar sobre la propia sombra” (p.65-66).

Para el ajedrez como para el amor resulta imprescindible una pareja o un contrincante –según se mire-. El juego –o las circunstancias- provocarán en el señor B una “esquizofrenia artificial” que le arrojará al delirio pero que supondrá su liberación y su condena.

No en vano se ha llamado al ajedrez “juego de guerra” o “jaque mate” supone una alteración de la expresión árabe [ash-]shah mat que significa literalmente “(el) rey ha muerto”.

(…) ese juego entre los juegos, el único entre los ideados por le hombre que escapa soberanamente a cualquier tiranía del azar, y otorga los laureles de la victoria exclusivamente al espíritu, o mejor aún, a una forma muy característica de agudeza mental.” (p.17)

La partida se llevará a cabo con la condición de sólo jugarse una. El señor B ganará con diferencia y el delirio nuevamente presa de él le empujará a jugar la segunda y decisiva partida.

Me gustaría pensar que en determinadas ocasiones tenemos oportunidad de asomarnos al abismo y contemplar dónde conduce el precipicio… dejo a vuestra reflexión su posible final.